Si alguna vez te has preguntado cómo puede ayudar la hidroterapia a tu hijo, aquí te compartimos cinco beneficios respaldados por la experiencia y la ciencia:
- Mejora el tono muscular
El agua facilita el movimiento, lo que permite fortalecer los músculos sin riesgo de lesiones. Esto es especialmente valioso para niños con hipotonía o dificultades motoras.
- Favorece la motricidad gruesa
En cada sesión se estimulan habilidades como gatear, caminar, saltar o mantener el equilibrio. Todo de manera divertida y natural.
- Estimula los sentidos
La textura del agua, la temperatura y los movimientos generan un estímulo multisensorial que impulsa la conexión entre cerebro y cuerpo.
- Refuerza el vínculo padre-hijo
Muchas sesiones invitan a los papás a acompañar a sus hijos, generando momentos únicos de confianza, apoyo y afecto compartido.
- Aumenta la seguridad emocional
Superar pequeños retos dentro del agua fortalece la autoestima del niño, motivándolo a seguir aprendiendo y explorando.
La hidroterapia no solo beneficia el desarrollo físico, también aporta en el área emocional y familiar. Cada niño sale del agua con una sonrisa… y con nuevas herramientas para crecer.
Sharon Zamora C.
Directora Creciendo Juntos: Studio Sensorial